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En este blogpost queremos hablar sobre el tipo de procedimiento que está ayudando a lo largo y ancho del planeta, a diagnosticar y tratar de forma oportuna, diferentes enfermedades como lo es el cáncer y el estudio y análisis de tumores, para brindar una solución adecuada.
Nos enfocaremos específicamente en dos modalidades endoscópicas: laparoscopia y colonoscopia. Ambas útiles en la detección, diagnóstico y tratamiento de enfermedades y ciertos tipos de cáncer, pero muy diferentes entre sí y es necesario saber diferenciarlas.
Es importante poder informar al paciente de la forma más clara y directa posible, a qué tratamiento es candidato, qué panorama se está contemplando y cuáles son los pasos del procedimiento al que se someterá. Cuanta más información tenga, mayor será la tranquilidad.
Ya sea como procedimiento diagnóstico o de tratamiento, la endoscopia, en pocas palabras, consiste en introducir al cuerpo humano una pequeña cámara, conocida como endoscopio, que transmite imágenes a una pantalla, permitiendo así a los médicos examinar y operar con mayor precisión.
Con el avance de la tecnología y los nuevos descubrimientos en el campo de la medicina, actualmente una endoscopia puede ser de gran utilidad para la prevención del cáncer, al ayudar a realizar diagnósticos oportunos y, de igual manera, es muy efectiva para terapia con láser.
Existen varios tipos de endoscopias y podemos dividirlas en dos: con incisiones y vía orificios del cuerpo como lo son la nariz, el ano, la boca, uretra, oídos. Depende el tipo de síntomas que presente el paciente, el tipo de endoscopia a realizar:
Como indicamos, en este artículo hablaremos de dos procedimientos muy importantes: laparoscopia y colonoscopia. Sigue leyendo para conocer las características generales de cada una y las recomendaciones que podemos darte a ti y a tus pacientes.
Se diferencia de las demás técnicas o procedimientos endoscópicos, por necesitar de incisiones para la introducción del material: tanto de la cámara, conocida como laparoscopio, como de los demás instrumentos quirúrgicos. Estas incisiones son diminutas, convirtiéndola en una cirugía mínimamente invasiva.
La laparoscopia es ideal para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades como el cáncer, estreñimiento grave, colitis ulcerosa, prolapso rectal. Lo que se busca, es observar el interior del abdomen y/o pelvis para realizar la más exacta detección de heridas, pólipos, tumores.
Dependiendo del objetivo, se podrá hacer una incisión solamente, para introducir el laparoscopio, una diminuta cámara con una luz que ayudará a los médicos a observar en una pantalla en la que transmite en tiempo real, las condiciones exactas de la cavidad a estudiar.
En ocasiones, será necesario realizar más de una incisión, que permita introducir más instrumentos quirúrgicos, incluso, en algunos casos, se realiza una incisión mayor, para que el cirujano pueda introducir la mano; sin embargo, sigue siendo una incisión mucho menos a la de una cirugía abierta.
La colonoscopia es un tipo de endoscopia que no requiere de incisiones, es decir, no será necesario realizar ningún tipo de corte, ya que se utilizará como vía de entrada el ano: se introduce un tubo flexible con una cámara y luz en la punta, que permitirá observar a detalle el interior del recto y colon.
Es un procedimiento efectivo para la detección temprana y/o tratamiento del cáncer colorrectal. Además de observar el interior del colon y recto, también se podrá utilizar para extirpar pólipos, tumores o tomar una muestra de éstos, en caso de que sean muy grandes, para su oportuno análisis.
Al igual que la laparoscopia, normalmente se trata de intervenciones ambulatorias, es decir, el paciente no deberá ser internado, ni permanecer en observación, a menos que se indique otra cosa por condiciones del paciente o reacciones al procedimiento o incluso a la anestesia.
Lo preparativos incluirán una dieta restringida y principalmente de líquidos, en el día o días previos a la colonoscopia. De igual manera se solicitará una limpieza profunda de colon y recto, existen diferentes alternativas para este paso previo: enemas, laxantes, cada médico indicará el más adecuado para su paciente.
Las endoscopias coinciden en una sola cosa: se trata de procedimientos en los que se observa el interior del cuerpo humano con ayuda de una cámara y una luz que transmiten en tiempo real a una pantalla que permite diagnósticos y procedimientos mucho más precisos y seguros.
Sin embargo, se trata de intervenciones muy diferentes en cuanto a sus objetivos y enfermedades a tratar. Mientras que la colonoscopia se enfoca más en detección, la laparoscopia tiene más utilidad en el tratamiento del cáncer
Tanto la laparoscopia como la colonoscopia son procedimientos seguros con riesgos muy bajos por tratarse de intervenciones mínimamente invasivas; de cualquier modo, es importante reconocer que existen ciertos riesgos o posibles complicaciones, como cualquier otra cirugía.
A pesar de que la laparoscopia se caracteriza por sus incisiones pequeñas y que la colonoscopia no realiza ningún tipo de incisión, pueden darse casos de perforación de intestino, sangrado o malas reacciones a la anestesia. Es importante informar a los pacientes los riesgos mínimos que podría enfrentar.
La tecnología avanza a pasos agigantados y necesitamos mantenernos lo más actualizados posible en este y otros temas de vanguardia en la salud y en el mundo de la medicina.
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